El agnosticismo me sigue pareciendo la alternativa mas profundamente honesta de concebir la existencia de Dios, ya que el agnóstico comprende perfectamente por que la gente cree en Dios y puede suponer que efectivamente existe algo superior, pero que el conocimiento del mismo no esta al alcance del entendimiento humano, no acepta por lo tanto ninguna noción de absoluto, dogma, ni cualquier presunto de certeza.
Por eso me declaro agnóstico y no creyente ya que pienso que la búsqueda de Dios es una opción personal de cada individuo, y lo que llamamos la búsqueda de la verdad es parte de la manera en que cada uno percibe las cosas, aunque durante este proceso corremos el riesgo de ser llamados locos o soñadores, al final podremos comprender que no se trata de convencer a nadie si no de estar seguros de que el largo camino que hemos recorrido en la búsqueda de esa verdad nos a llenado de satisfacciones; de eso se trata la aventura de la vida.
A lo largo de la búsqueda me he encontrado con un Dios energía que es parte de todos los procesos que ocurren en el mundo pero no los controla o mas bien no quiere controlarlos, la posibilidad de decidir es parte del juego, al final todas las experiencias acumuladas serán la mínima parte de nuestro crecimiento espiritual, de nosotros depende la manera como queremos jugar el juego, pero nunca hay castigos, al final solo se trata de vivir...
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