¿EN DONDE ESTA DIOS?

Hoy me daré a la tarea de reflexionar una frase que he estado pensando en estos últimos días cuando escuche a un profesor universitario decir a sus alumnos: "Creo que Dios no existe, por que si así fuera no habría guerras, ni hambre y prevaleceria la paz mundial". Si revisamos esta frase de forma superficial puede parecer muy sensata, pero, ¿que tal si la analizamos a fondo?. Si partimos de las causas como dice el método científico llegaremos inequivocamente a la misma conclusión a la que he llegado yo; las guerras son causadas por el hombre que en sus deseos incontrolables de acumular poder también es el causante de la mala distribución de los recursos que provocan el hambre, ¿que responsabilidad tiene Dios en todo esto?, ¿Donde esta Dios?. Si usted ha tenido la oportunidad de contemplar un lugar natural de exuberante belleza, ¿cuales son sus sentimientos?, le aseguro que en ese instante sus pensamientos se llenan de paz y siente deseos de hacer las pases con sus enemigos y ayudar a sus semejantes, déjeme decirle que Dios esta allí. Dios creo esas bellezas para que usted se regocijara y que tuviera pensamientos positivos, a medida que el hombre destruye todas esas bellezas sustituyendolas con ciudades caóticas esta generando cada vez menos pensamientos positivos, por eso me da risa realmente que hoy queramos achacar a Dios las culpas de lo que nosotros hemos provocado...




2 comentarios:

  1. Es cierto, él hombre siempre trata de justificarse echándole la culpa a los demás, no importando inmiscuir al mismisimo Dios en las consecuencias de sus actos, pues escrito está: "teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos a la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay;los cuales después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Ef.4:18,19.

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  2. Estoy de acuerdo, el hombre tiende mucho a responsabilizar a los demás de sus fallas o errores y gusta culpar a Dios, pero Dios solo nos ha dado libre albedrío para decidir hacer lo que nosotros queramos de nuestras vidas. Bien decía Einstein que la maldad era la ausencia de Dios en el corazón del hombre.

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