LA PSICOLOGIA DEL ATEO

Si hay algo que me ha despertado curiosidad durante mucho tiempo es la psicología del ateo, ¿Cómo es que si no creen, hablan todo el tiempo  sobre los que si creen?, esta curiosidad me ha llevado a beber de muchas fuentes y llegar a la conclusión de que el común denominador psicológico de cualquier forma de ateísmo y en cualquier época es el sentimiento racionalizado de repugnancia,  que siempre está latente en el ser humano,  en este caso sobre una realidad que no sólo es inteligible metafísicamente, sino incluso desde la experiencia íntima.  Un sentimiento, cualquiera que sea (angustia, plenitud, tristeza, alegría, etc.), es siempre una modalidad referencial, es decir,  surge del hecho de la experiencia.    El pensamiento ateo nace de una postura moral conservadora ya que profesa como verdad que Dios no existe, además es practica porque se vive como si Dios no existiese hasta llegar a una postura técnica al negar la existencia de Dios partiendo de referencias científicas.   Sartre, Simone de Beauvoir, Merleau-Ponty y Camus afirmaron que el hombre está condenado a una libertad inútil incapaz de librarse de la muerte, por lo que su respuesta frente a la presión de las circunstancias sociales es casi siempre fatalista cuando no hay un Dios y si un orden objetivo.  Aunque está comprobado que el ateísmo no es completamente innato ya que está totalmente documentado que a lo largo de la historia ha creído y cree en dioses, espíritus, almas o almas, e incluso los  ateos fueron religiosos pero algo ocurrió en sus vidas que han dejado de creer en Dios muchas veces de manera tajante,  primero les invade una gran decepción de lo que puede hacer o no hacer Dios, por ejemplo instantes después que sus familiares murieran.    La actitud de estos ateos frente al mundo empieza a cambiar bastante ya que lo ven como una especie de revelación al saber  que no habrá quien les ayude en este mundo si no ellos mismos.    Muchos que aun no han salido del closet seguirán en muchas ocasiones siguiendo los rituales aunque ya sin esperar nada pero solo por tradición y por necesidad social pero siempre mirando con odio a aquellos que disfrutan de estos eventos  porque están convencidos de que Dios existe.    Con el paso del tiempo la indiferencia se va convirtiendo en odio a todo lo que es religión y empiezan a querer expandir el ateísmo a toda costa,  formando toda clase de grupos para revelar el fraude de las religiones, sus orígenes, sus propósitos y sus catastróficas consecuencias e incluso hay ateos que hacen dinero diciendo que son ateos aunque con ciertas dudas porque puede que haya algo y se dedican a causar  controversias en la prensa o publican libros (léase Evangelio Según Saramago).    Como es bien conocido por las corrientes freudianas, Dios es una proyección de nuestros propios deseos derivado de nuestras necesidades infantiles de protección y seguridad, y yo me pregunto querido lector ¿Qué no son principalmente los ateos quienes acusan a Yave de ser un Dios autoritario, vengativo y nada amoroso?, para muchos ateos Dios es un equivalente psicológico del padre en el relato de Edipo ya que conforma una serie de poderosos deseos inconscientes que les llevan a actuar como si Dios no existe actuando como si de esa manera pudieran matarlo causándoles así un deseo de satisfacción.   No dudo estimado lector que los genes hayan encontrado la mutación correcta para que hoy existan ateos de nacimiento, pero la densa mayoría de los actuales se originaron por fuentes puramente psicológicas o sociales, en todos los casos su no creencia es respetable, pero se vuelve sumamente peligrosa cuando se convierte en odio, burla o rechazo hacia quienes profesan ideas contrarias…