JESÚS EL NAZARENO

“Y sucedió en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea…” (Marcos 1.9)   Según el Nuevo testamento Nazaret era la cuidad donde vivían los padres de Jesús y donde se supone que transcurrió toda su infancia, el nombre de esta ciudad viene en la Biblia 17 veces y a Jesús siempre lo acompañaba el titulo de la ciudad donde vivió.    El famoso historiador Judio Falvio Josefo fue un historiador judío fariseo, descendiente de familia de sacerdotes que  escribió, en griego, una de sus obras más conocidas “Antigüedades judías”,  obra que se ha conservado gracias a los romanos y a los cristianos.   La obra está destinada a narrar la historia de los judíos a un público gentil, esforzándose por demostrar que el pueblo judío es el más antiguo de todos los existentes y cubre un período que abarca desde la Creación hasta la revuelta anti romana que se inició en el año 66.   La obra es célebre por contener, en el libro XVIII, un testimonio histórico acerca de Jesús de Nazaret, el fragmento llamado Testimonio flaviano.    Sin embargo, existen dudas sobre la autenticidad de este fragmento, ya que se considera que se trata de una interpolación cristiana posterior ya que Nazaret no es mencionada en el Antiguo Testamento, ni en el Talmud y ni Pablo nombra una sola vez la ciudad natal de Jesús ni lo apellida de esa forma, hasta la pagana ciudad de Sepphoris que se encuentra a 45 minutos de la actual Nazaret posee ruinas arqueológicas correspondientes al siglo 1 pero no las hay para Nazaret.    Creo honestamente estimado lector que la expresión “Jesús de Nazaret” es realmente una mala traducción del griego original “Jesous o Nazoraios” que ha mi parecer se traduce “Jesús el Nazareno”, en donde la palabra Nazareno tiene un significado totalmente ajeno a su lugar de nacimiento ya que la raíz del nombre pudo haber venido del hebreo “netzer” cuyo plural es Netzoreem cuyo significado es “el que trae la verdad”.   La confusión pudo haber surgido a partir del libro de los jueces 13.15 que dice: “porque, he ahí, concebirás un hijo; y nunca le afeitaran la cabeza: porque el niño será un Nazarita delante de Dios, desde la matriz: y comenzara a liberar Israel de las manos de los Filisteos”.   Históricamente es muy poco probable que la ciudad de Nazaret haya existido en el siglo 1 y menos aun que estuviese relacionada con nuestro querido maestro, sin embargo como he mencionado en otras entregas, esto no le quita valor a su legado que continua transmitiéndose hasta nuestros días “ámense los unos a los otros como yo los he amado…”